Leonardo da Vinci se inscribe en la corriente
tecnicista del Renacimiento y, como tal, tuvo predecesores inmediatos o más
lejanos entre los que se puede citar a Konrad Kyeser, Taccola, Roberto
Valturio, Filippo Brunelleschi, Jacomo Fontana o Leon Battista Alberti, al cual
probablemente le debe mucho.
Algunos de ellos fueron personalidades más potentes, con un
espíritu aun más completo y una curiosidad aun más amplia que los de Leonardo.
Fue el caso por ejemplo de Francesco di Giorgio Martini, que fue su superior
durante la construcción del Duomo de Milán y del cual Leonardo tomó muchas
cosas. Probablemente por estar menos ocupado que Martini debido a una
lista menor de pedidos, Leonardo fue a la vez más prolijo y sobre todo capaz de
un cambio de método.